Es un libro muy emocionante, que te mete en escena enseguida, y nos muestra secretos que antes no conocíamos acerca de estos seres sin vida.
¿Qué es un Vampiro Cero? Aquel que es capaz de engendrar otros vampiros, ya sea porque se siente sólo o para tener a alguien que le cuide cuando ya no es más que un saco putrefacto de huesos y no es capaz de cuidar de sí mismo. Con la motivación suficiente puede engendrar varios vampiros en una sola noche, y éstos a su vez muchos más.
Toda esta historia comienza el día del “entierro” de su más querido compañero, Jameson Arkeley, lo pongo entre comillas porque su cuerpo –propiamente dicho – no se encontraba dentro del ataúd, ya que no ha muerto realmente, simplemente ha dejado de existir como un ser humano.
Esto se remonta a unos meses antes, cuando Jameson había dado su vida salvando la de Caxton, su fiel compañera y seguidora, que había aprendido todo lo referente a estas repelentes criaturas gracias a su mentor. Cuando Arkeley supo que se iba a transformar, en los últimos momentos en los que era consciente de la transformación que iba a experimentar o sufrir y aún parecía la persona que había sido, prometió que volvería tras matar al resto de los vampiros para sacrificarse y no hacer daño a nadie más pensando que así frenaría su expansión… Cosa que no cumplió.
Desde entonces, Caxton duerme con un ojo abierto porque sabe que en cualquier momento puede aparecer y acabar con ella, porque cada día que pasaba se hacía más fuerte, y eso sólo tenía una explicación: había comenzado a matar.
En mi opinión “Vampiro Zero (Vampire Tales 3)” (Minotauro, disponible enFantasyTienda) da un giro inesperado cuando la agente Caxton pasa de una simple agente a ser una Agente Especial de los Marshall, con lo que se le abren todas las puertas posibles para llevar a cabo su investigación.
En el momento en que empiezan a morir los parientes más cercanos al vampiro, Caxton se da cuenta de que va a por sus seres queridos, aquellos a los que en algún momento de su vida había llegado a amar y significaban algo en su vida– a su manera claro, porque no se mostró nunca muy sentimental -, por lo que intenta salvarlos a toda costa, con graves consecuencias que van quedando por el camino.
La parte negativa en cuanto a que el tema de los vampiros esté de moda, es que hay mucho friki suelto – como es el caso de Rexroth – que no tiene otra cosa mejor que hacer que caracterizarse lo mejor que puede para hacerse pasar por uno, y claro, si luego vas y le metes una estaca o unos cuantos disparos a bocajarro en el corazón, y resulta que al final no es un verdadero vampiro, las autoridades terminan buscándote las cosquillas.
La personalidad de cada uno de los personajes es totalmente distinta, lo que mejor lo demuestra es la forma que tienen de enfrentarse ante la idea de que un ser querido quiera darles caza. Jameson se ponía en contacto con ellos a veces en persona y a veces por teléfono (es que ahora son muy modernos), y les daba dos opciones, o unirse a su ejército o matarlos sin compasión. Para ese tipo de encuentros enviaba siempre a sus esbirros – cadáveres que consigue devolver a la vida con el tiempo justo de ayudarle a conseguir nuevas víctimas o dar ultimátum a los posibles candidatos a vampiros de esa semana.
Es un libro muy emocionante, que te mete en escena enseguida, y nos muestra secretos que antes no conocíamos acerca de estos seres sin vida, con el único objetivo de matar y beber sangre a borbotones.
¿Sabíais que los vampiros no son inmortales? Lo son hasta que su cuerpo se lo permite, porque si no consiguen la sangre necesaria, junto con el paso inevitable de los años, llega el momento en el que no pueden vivir tan libremente, es cuando se esconden en un oscuro rincón para intentar recomponerse y volver a la carga. ¿Y qué me decís si os cuento que son capaces de usar chaleco antibalas? Tiene narices, pero parece ser que aun medio muertos siguen teniendo algo de pensamiento lógico.
¿Recomendación? A todo aquel que quiera meterse en una lectura que te hace sentir alguna presencia cerca, fiel a los relatos sobre vampiros, ya que el autor tiene una forma de describirlos que da gusto, porque no te dejan lugar a dudas: son feos, muy feos, apestosos incluso, y más o menos blancos como la leche, etc… Y yo personalmente más de una vez he mirado por encima del libro hacia la oscuridad para confirmar que sigo sola en la habitación.
¿Quién crees que ganará: Agente o vampiro? Descúbrelo, y piensa que en su situación ¿en qué lado te gustaría estar? Porque no tiene desperdicio.